Cuando cerramos los ojos se llena de imágenes que pasan a la velocidad del rayo. Tan rápido que podemos ver cada detalle porque se confunde con la lentitud infinita.
Un año sobre otro año y un segundo sobre otro segundo.
Hoy te incorporo a mi sueño. Sí, a ti que te enredaste en mis palabras sin pedir permiso, tan solo porque mi ventana estaba abierta:
" Gata de fuego, te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra ... ¿melancolía? "
Te puedes dar por aludida; es mi venganza por entrar en mi territorio sin permiso y por llenarlo todo de tu esencia.
Puedes darte por aludida.
Mañana, mi lugar será de nuevo una habitación sin paredes, ni techo, ni suelo por donde los sueños pasen a velocidad de vértigo. Pero hoy es tu lugar compartido del que no quiero despertar.
Hoy, puedes darte por aludida.