Pasa la vida tan deprisa que apenas da tiempo de parar un momento para hacer balance y cuando ese momento llega a veces nos paraliza el pánico.
Consciente de los muchos gatos y gatas que deambulan solos, siguiendo a esa señora que siempre va dos pasos por delante y que se llama Felicidad, os brindo este rincón del corazón gatuno.
Qué mal te veo, amigo toro. Te conocí cuando eras un orgulloso y terrible toro picassiano. Hoy has pasado de la arrogante vertical a la horizontal humillada. Hay humanos despiadados y terribles, lo sé porque soy un gato. No puedo lamer tus heridas ni arrancarte esos hierros malditos; solo mirar tus ojos asombrados mientras te marchas, tu sangre esparcida y la rabia de los siglos. Eres sagrado como los gatos. En tu cornamenta me acurruco a esperar que la luna nos lleve.
Algo se mueve en los fondos marinos. El hielo inmemorial desaparece día tras día liberando el gas venenoso oculto en sus entrañas, más potente y peligroso que el dióxido de carbono. Una mariposa mueve sus alas en alguna selva lejana y a miles de kilómetros se produce una burbuja inmobiliaria y financiera. Los líderes se rascan la cabeza confundidos: _¿ Cómo pudo pasarnos ésto a nosotros si todo estaba tan bien atado ? Financieros, especuladores, banqueros, políticos, indiferentes y confiados ciudadanos de clase media, proletarios desunidos... La vida era bella hasta que una mariposa en una selva lejana movió sus alitas y no nos dimos cuenta de que la burbuja de metano estaba debajo de nuestras nalgas.
Llegó la muerte con dulzura aquella noche helada de invierno. Lo sabían y se amaron entregando el calor que les quedaba. Abrazados y frente a frente se miraron mientras un sueño azul y un manto blanco cubría sus cuerpos. Así los encontraron y así los depositaron en el pequeño túmulo. Una flecha y un cuchillo de piedra fueron su ajuar de novios y de muerte. Seis mil años después unos arqueólogos emocionados los volvieron a encontrar y su emoción se contagió al resto de los mortales. ¿ Amor eterno que traspasa la frontera de la muerte ? ¿ Sacrificio ritual ? Y qué importa. Déjame soñar , amor mio, y si no despertamos mírame a los ojos otros seis mil años.