Es una gata clara, lista, alegre
y bella.
Su juventud la hace invulnerable al
dolor o , a caso, su dolor la hizo invulnerable al dolor.
Observa el mundo desde sus ojos
castaños y es verdadera cuando habla.
Se preocupa por los los otros gatos y
su mirada es una flecha directa al corazón.
Se queda quieta en el borde de la
vida, observando, mientras un fuego la consume.
Si te acercas puedes ser consumido por
él.
Ama las cosas bellas y su curiosidad
felina la hace sabia y amable.
Fabi tiene un secreto, ¿quién no tiene
un secreto?, donde la vida, el amor y la muerte juntan sus sabores
contrapuestos.
Habla mediante su silencio y, si sabes
escuchar, tus oídos se llenarán de flores, de música, de risas, de
llanto, de ternura, de versos y de besos.
No es viajera de asiento trasero, ella
conduce o guía y cuando se sienta o se tiende a tu lado, sus
pensamientos recorren tu espalda y sientes que la vida merece la
pena.
4 comentarios:
“Su dolor la hizo invulnerable al dolor”…
Tus letras cautivan…
Un placer leerte amigo,
Bsos
El placer es mío, Ginebra, un beso.
qué preciosos versos. Ya quisiera blas de otero haberlos escrito...
Gracias, Beatriz
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