Pasa la vida tan deprisa que apenas da tiempo de parar un momento para hacer balance y cuando ese momento llega a veces nos paraliza el pánico.
Consciente de los muchos gatos y gatas que deambulan solos, siguiendo a esa señora que siempre va dos pasos por delante y que se llama Felicidad, os brindo este rincón del corazón gatuno.
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